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  • Daniela Arce

Comentario Literario - Un poema de Sor Juana Inés de la Cruz

COMENTARIO LITERARIO DEL POEMA “NO QUIERE PASAR POR OLVIDO LO DESCUIDADO” DEL POEMARIO OBRA SELECTA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ


“No quiere pasar por olvido lo descuidado” es un poema que se encuentra en el poemario Obra selecta (Tomo I) (1994) cuya autora es la escritora mexicana Sor Juana Inés de la Cruz, quien representa la primera gran figura de la poesía hispanoamericana y cuyas obras están enlazadas con las corrientes poéticas del Siglo de Oro español. El estilo que Sor Juana empleó mayormente en sus obras fue el barroco, el cual trató temas relacionados a la vida y la muerte, el amor, la moral, entre otros. En cuanto al soneto “No quiere pasar por olvido lo descuidado” se logró identificar un hablante lírico cuyo sexo se infiere es femenino dado que se dirige hacia un varón, quien se identifica como Celio, el cual vendría a ser el objeto lírico, construyendo así el tema principal: La indiferencia que siente el hablante lírico por el objeto lírico. De este modo, la cuestión global que se desarrolla en el poema es el de Creencias, valores y educación. Para el análisis se dividió el poema en tres apartados. El primer apartado se encuentra entre los versos 1 al 4, donde se evidencia el hablante lírico enfrenta al objeto lírico sobre que este no forma parte ni de la memoria del hablante lírico. El segundo apartado comprende los versos 5 a 8, el cual tiene como subtema el hablante lírico denota frialdad ante el objeto lírico. El tercer y último apartado está conformado por los versos 9 al 14, que tiene como subtema El hablante lírico enfatiza el hecho de que el objeto lírico no merece ser considerado como alguien olvidado. Por otro lado, se puede identificar que la actitud que emplea el hablante lírico es la apelativa y el tono que usa es de desprecio e indiferencia en un contexto donde el verdadero olvido es el que exige un esfuerzo hacia los que queremos olvidar, ya que resulta difícil por el hecho de que los consideramos importantes, sin embargo, no es necesario olvidar a quienes simplemente ignoramos o no consideramos relevantes en nuestra vida.


El primer apartado abarca desde el verso 1 al 4, donde el hablante lírico enfrenta al objeto lírico sobre que este no forma parte ni de la memoria del hablante lírico, lo cual se evidencia en “Dices que yo te olvido, Celio, y mientes” (De la Cruz, 1994, p. 193), donde se expresa un sentimiento de reclamo hacia Celio quien dice y cree que es olvidado por el hablante lírico, mas este lo desmiente, es así que esta idea se complementa en el verso 2, con el uso de la antítesis “en decir que me acuerdo de olvidarte” (De la Cruz, 1994, p. 193), donde refuta la idea que tiene Celio sobre que el hablante lírico lo tiene como olvidado, ya que al decir que se acuerda de olvidar, se refiere a que el objeto lírico ni siquiera es recordado como alguien por quien se sufrió o se esforzó en olvidar. En el verso 3, con el uso del hipérbaton, “pues no hay en mi memoria alguna parte”, y el verso 4 “en que, aun como olvidado, te presentes”, el hablante lírico expresa su justificación por la indiferencia que siente hacia el objeto lírico, como también se evidencia el subtema de este apartado, ya que el hablante lírico hace referencia a que el objeto lírico no puede ser considerado como olvidado, ya que ni así permanece en su recuerdo. En este sentido, se puede postular como subtema el hablante lírico enfrenta al objeto lírico sobre que este no forma parte ni de la memoria del hablante lírico.


El segundo apartado comprende desde el verso 5 hasta el 8, donde el hablante lírico denota frialdad ante el objeto lírico, lo cual se puede evidenciar en las expresiones que usa a lo largo de los versos. En los versos 5 y 6 se puede notar la indiferencia que siente el hablante lírico hacia Celio “Mis pensamientos son tan diferentes y en todo tan ajenos de tratarte” (De la Cruz, 1994, p. 193), ya que al expresar que sus pensamientos son tan diferentes y son ajenos a tratar o dar espacio a Celio, usando los adjetivos “diferentes” y “ajenos”, hace referencia a que el objeto lírico no forma parte importante de la vida del hablante lírico o de sus intereses, lo que construye al tono de frialdad e indiferencia que el hablante lírico usa. Esta idea se corrobora en los siguientes versos, con el uso de la anáfora “que ni saben si pueden agraviarte, ni, si te olvidan, saben si lo sientes” (De la Cruz, 1994, p. 193). Con esta expresión se puede notar de igual manera la indiferencia o frialdad del hablante lírico hacia Celio. Al expresar que el hablante lírico no sabe si causa algún agravio o efecto sobre el objeto lírico, evoca que la relación entre ambos es insignificante y sin ningún interés de parte de uno por el otro, como también al mencionarse que el hablante lírico no sabe que, si olvida al objeto lírico, este al menos se dará cuenta. Es por esta razón que el hablante lírico considera que Celio no es ni digno de ser olvidado, porque no hay ningún interés de por medio, y es así que se puede postular como subtema el hablante lírico denota frialdad ante el objeto lírico.


El tercer apartado está conformado por los versos del 9 hasta el 14, donde el hablante lírico enfatiza el hecho de que el objeto lírico no merece ser considerado como alguien olvidado, esto queda evidenciado claramente con la repetición “Si tu fueras capaz de ser querido, fueras capaz de olvido” (De la Cruz, 1994, p. 193), ya que hace mención y énfasis de que Celio no puede ni merece ser amado o querido por el hablante lírico, y por ende, no forma parte importante de su vida como para necesitar olvidarlo, no obstante en los siguientes versos “y ya era gloria, al menos, la potencia del haber sido” (De la Cruz, 1994, p. 193), se expresa que para Celio, el solo considerar que es olvidado por el hablante lírico, es un gran logro, pero el hablante lírico lo refuta en “Mas tan lejos estás de esa victoria” (De la Cruz, 1994, p. 193) expresando con un tono de burla hacia Celio, que ni a esa posibilidad de olvido llegó. En los siguientes y últimos dos versos del soneto, haciendo uso de una paradoja, se expresa que el hecho de que el objeto lírico no permanezca en la memoria del hablante lírico, no puede ser considerado como olvido “que aqueste no acordarme no es olvido sino una negación de la memoria” (De la Cruz, 1994, p. 193), ya que más bien es un fallo de su memoria, el cual ignora o considera al objeto lírico como no importante o relevante de recordar, y mucho menos digo de olvidar. En este sentido, se puede postular como subtema que el hablante lírico enfatiza el hecho de que el objeto lírico no merece ser considerado como alguien olvidado.


Para concluir, el poema “No quiere pasar por olvido lo descuidado” se ubica en la cuestión global de Creencias, valores y educación, con el tema de la indiferencia que siente el hablante lírico por el objeto lírico. Se concluye también que los apartados analizados a partir de los subtemas, mediante el estudio de las figuras retóricas tales como la anáfora, hipérbaton, antítesis, repetición, paradoja, y la identificación del tono que se usa, se construye el sentido y significado del poema. Asimismo, tomando en cuenta el título del poema con lo expresado dentro de este, se puede afirmar que el hablante lírico refleja un desinterés e indiferencia por el objeto lírico a lo largo de las cuatro estrofas con la presencia de la rima abrazada (dos primeras estrofas) y rima cruzada (dos últimas estrofas). Es así que se identifica una correlación con el nombre del poema “No quiere pasar por olvido lo descuidado”, ya que se interpreta de que el olvido no es “no recordar” algo que se descuidó por desinterés o indiferencia. De igual manera, se reconoce el estilo barroco que usó Sor Juana, dada la forma y contenido del poema analizado, y el tratar temas propios de este estilo literario. En síntesis, este poema se centra en la temática de la indiferencia que siente el hablante lírico por el objeto lírico, quien es Celio, donde se considera que el verdadero olvido es el que nos lleva trabajo alcanzar. Buscamos olvidar a quienes nos importan, a quienes valoramos o sufrimos por ellos, pero a alguien que no forma parte importante o relevante de nuestra vida, a quien se descuidó y solo nos causa desinterés e indiferencia, no es necesario esforzarse por olvidarnos de ellos, porque ya nuestra memoria los ha desechado.


 
Referencias Bibliográficas:

De la Cruz, I. (1994). Obra selecta (Tomo I y II). Selección y prólogo de Margo Glantz. Caracas: Biblioteca Ayacucho.

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